A veces la realidad se agolpa en un solo momento.
De pronto esa inconsciencia que me caracteriza se vuelve omnisciente y entonces todo me llega de golpe, el noúmeno finalmente se hace cognoscible y puedo entender la realidad que percibo.
Sé que tiendo no vivir en mis palabras, en mis ideas, en todo cuanto no puedo vivir, lo sé perfecto. Así es mas fácil darme a sentir cosas imposibles, a desear con tanta fuerza miles de cosas pero simplemente tenerlas como aspiraciones y no como un objetivo final.
A veces me siento patético, por tantas cosas que me hacen débil ante el mundo de ahora. Sé que no soy apto para sobrevivir en dado caso de que mi raza evolucionara, seguro yo quedaría como fósil de alguien que no puedo adaptarse al nuevo mundo.
Cuando voy a la playa a veces tiendo a pensar en nada. Simplemente observo el mar, en esa dualidad tan típica de el, esa tranquila fuerza con la que se mueve, ese misterio develado que encierra, esa capacidad de dar vida y quitarla al mismo tiempo. A veces entonces cuando siento la brisa del mar en mis cuerpo me imagino tantas cosas y no termino por concretar algo.
En estos últimos días de pronto la realidad me hizo click, dandome razones para no estar mal, pero tampoco motivos para estar bien, simplemente es una sensación de vacío que cada día lleno de estupideces.
De pronto todo parece tan tranquilo, tan absurdamente coherente... y no tengo ganas de reír, ni de llorar... simplemente estar... aunque aun ahora no sepa la causa de mi permanencia.
De pronto esa inconsciencia que me caracteriza se vuelve omnisciente y entonces todo me llega de golpe, el noúmeno finalmente se hace cognoscible y puedo entender la realidad que percibo.
Sé que tiendo no vivir en mis palabras, en mis ideas, en todo cuanto no puedo vivir, lo sé perfecto. Así es mas fácil darme a sentir cosas imposibles, a desear con tanta fuerza miles de cosas pero simplemente tenerlas como aspiraciones y no como un objetivo final.
A veces me siento patético, por tantas cosas que me hacen débil ante el mundo de ahora. Sé que no soy apto para sobrevivir en dado caso de que mi raza evolucionara, seguro yo quedaría como fósil de alguien que no puedo adaptarse al nuevo mundo.
Cuando voy a la playa a veces tiendo a pensar en nada. Simplemente observo el mar, en esa dualidad tan típica de el, esa tranquila fuerza con la que se mueve, ese misterio develado que encierra, esa capacidad de dar vida y quitarla al mismo tiempo. A veces entonces cuando siento la brisa del mar en mis cuerpo me imagino tantas cosas y no termino por concretar algo.
En estos últimos días de pronto la realidad me hizo click, dandome razones para no estar mal, pero tampoco motivos para estar bien, simplemente es una sensación de vacío que cada día lleno de estupideces.
De pronto todo parece tan tranquilo, tan absurdamente coherente... y no tengo ganas de reír, ni de llorar... simplemente estar... aunque aun ahora no sepa la causa de mi permanencia.
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