Me vi a mismo esta tarde, vi una camisa que llevaba bordado las letras que antes identificaban a la secundaria a la que asistía, me vi de pronto en ese chico delgado, de cabello difícil de manejar, me recordé a mi mismo en un periodo de mi vida que puedo definir como el inicio de una etapa en la cual por un lado comencé a desear olvidar cosas y por otro lado comenzaba la época del conocimiento de mi cuerpo, empezaba a darme cuenta de mi estatura, de mi delgadez, de mi cabello difícil, grueso y largo.
En esa apoca recuerdo solo hablar con muy pocas personas, aun me seguía esa consecuencia del bulling que sufrí en primaria, pero eventualmente, eso fue superado y comencé a relacionarme a mi manera con el resto de las personas, comencé entonces a cultivar uno de mis defectos mas grandes: el ser un idealista. Así fue como comencé en una serie de fracasos para darme cuenta de que la realidad no tiene nada de ideal y después de muchos años opte por creer en mis ideales personales y dejar que el mundo se encargara de sorprenderme con su realidad.
El primer amor, la primera chaqueta, los vellos públicas, la ropa que ya no me quedaba, la primera vez que me rompieron el corazón y mi cabello lacio difícil e imposible de peinar.
Hoy me vi con mi uniforme de secundaria, con esas letras bordadas de café, con el grupo equivocado, con el cabello parado como puerco espín y pálido como un fantasma, entonces me di cuenta de que no era un reflejo, no era yo, sino alguien perdido hace mucho tiempo en la memoria que suele confundirse con sueños o con inventos mios.
Decidí cambiar la mirada, comprender que el tiempo ha pasado, que mi estatura ya no es la misma, que la ropa hoy tampoco ya no me queda, que aun después de tanto tiempo no hay amor, pero por suerte ya mi corazón no se ha roto, aun sigo masturbándome, mi cabello comienza a caerse irremediablemente y aun después de tantos años es difícil de peinar y de acomodarse.
En esa apoca recuerdo solo hablar con muy pocas personas, aun me seguía esa consecuencia del bulling que sufrí en primaria, pero eventualmente, eso fue superado y comencé a relacionarme a mi manera con el resto de las personas, comencé entonces a cultivar uno de mis defectos mas grandes: el ser un idealista. Así fue como comencé en una serie de fracasos para darme cuenta de que la realidad no tiene nada de ideal y después de muchos años opte por creer en mis ideales personales y dejar que el mundo se encargara de sorprenderme con su realidad.
El primer amor, la primera chaqueta, los vellos públicas, la ropa que ya no me quedaba, la primera vez que me rompieron el corazón y mi cabello lacio difícil e imposible de peinar.
Hoy me vi con mi uniforme de secundaria, con esas letras bordadas de café, con el grupo equivocado, con el cabello parado como puerco espín y pálido como un fantasma, entonces me di cuenta de que no era un reflejo, no era yo, sino alguien perdido hace mucho tiempo en la memoria que suele confundirse con sueños o con inventos mios.
Decidí cambiar la mirada, comprender que el tiempo ha pasado, que mi estatura ya no es la misma, que la ropa hoy tampoco ya no me queda, que aun después de tanto tiempo no hay amor, pero por suerte ya mi corazón no se ha roto, aun sigo masturbándome, mi cabello comienza a caerse irremediablemente y aun después de tantos años es difícil de peinar y de acomodarse.
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